Un informe de la Junta de Andalucía tras una denuncia de Ecologistas en Córdoba detecta que esta nueva práctica agrícola está provocando una altísima mortandad en aves procedentes de Europa | La Guardia Civil asegura que incluso muchas acaban vendidas para consumo humano como 'pajaritos fritos'

La cosecha nocturna del olivar súper intensivo está provocando una “alta mortandad” entre las aves migratorias, que aprovechan la falta de luz para descansar en los olivos. Un informe elaborado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, por una denuncia iniciada por Ecologistas en Acción en la provincia de Córdoba, ha concluido que existe relación entre esta nueva práctica agrícola y la muerte masiva de muchas de estas aves. De hecho, las informaciones distribuidas por Ecologistas muestran los cadáveres de los pájaros entre las aceitunas recién cosechadas.

De hecho, el informe es tan contundente que los técnicos de Medio Ambiente plantean la posibilidad de prohibir la cosecha nocturna del olivar súper intensivo por el enorme impacto ambiental que estaría causando en la fauna del Sur de la Península. Y aseguran que se trata de un problema ambiental de carácter muy grave, ya que muchas de esas aves son migratorias y proceden de todo el continente europeo, que podría quedarse sin pájaros de seguir adelante esta novedosa práctica agrícola.

A esta información se le unió otra aún más grave, remitida por los responsables del Seprona de la Guardia Civil, en el que a través de un oficio preguntaban “si los hechos objeto de este informe suponen hechos presuntamente delictivos”.

“Una vez hechas las comprobaciones y contrastadas las informaciones recibidas desde diferentes fuentes, la Consejería de Medio Ambiente constata que existe un problema de carácter ambiental, derivado de la modalidad de cosecha del olivar en régimen de superintensivo. Es un problema real, actual y de graves repercusiones ambientales, que trascienden los límites geográficos andaluces y nacionales, afectando a valores ambientales de diversos países del ámbito de la Unión Europea”, advierte el informe de la Junta de Andalucía.

“El problema en sí viene determinado porque la cosecha del olivar súper intensivo no solo se realiza en horas diurnas, como ha venido siendo hasta la fecha, sino también en horas nocturnas y es aquí donde nace el problema”, prosigue el documento oficial. “El resultado es una mortalidad provocada por causas humanas cuya magnitud es preocupante, al margen de otras consideraciones de índole legal. Entre los meses de agosto y finales de noviembre varios millones de aves migratorias europeas llegan a Andalucía para pasar el invierno o bien hacen parada aquí en su viaje hasta el continente africano. Una buena parte de este contingente se refugia en setos para dormir y pasar la noche, lo que supone un momento delicado en la vida de estas aves al estar vulnerables a numerosas variables ambientales, razón por la que el legislador ha querido garantizar su protección legal durante esta fase”, agrega.

Pero el informe, incluso, va más lejos. Según la información de la Guardia Civil, muchas de esas aves son “vendidas” por “operarios” al “mundo de la hostelería rural para el consumo como pajarito frito”. “Esta práctica es ilícita y altamente perseguida por la Consejería competente en materia de Salud por carecer de las suficientes garantías sanitarias”.

“La mejor opción para poner fin al problema es que desde esa Consejería se prohiba la cosecha de olivar en súper intensivo durante horas nocturnas, lo cual impediría que las aves migratorias sean capturadas bajo la acción de los focos”, concluye un documento que puede tener una enorme trascendencia europea.

Millones de aves migratorias muertas por la cosecha nocturna del olivar súper intensivo
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