La primera medida del nuevo ejecutivo andaluz será la reforma del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, una medida que afectará solo a uno de cada cien herederos aunque sus efectos se notarán en la recaudación de la Junta que perderá unos 100 millones al año, el equivalente, por ejemplo, al sueldo de 2.000 profesores o enfermeros.

El nuevo Gobierno andaluz, formado por la coalición entre PP y Ciudadanos, arranca su mandato con dos medidas de cierto calado, por un lado, aprobará una auditoría del sector público andaluz con la que pretenden analizar hasta el fondo la gestión socialista en la Junta, y, por otro, lanzará una bonificación al 99% en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, lo que implicará su práctica cancelación para los herederos directos -padres, madres, hijos, hijas y cónyuges- a quienes en principio afectará la reforma.

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y el presidente,Juanma Moreno

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y el presidente,Juanma Moreno

Así reza el orden del día del Consejo en su punto segundo: “Propuesta de acuerdo por el que se insta al Consejero de Hacienda, Industria y Energía a iniciar las actuaciones necesarias para la modificación del Texto Refundido de las disposiciones dictadas por la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de tributos cedidos, con la finalidad de bonificar al 99% el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en Andalucía”.

La reforma tiene unos destinatarios limitados, al afectar solo a los millonarios, pero se notará en la recaudación

Esta reforma fiscal tiene unos destinatarios limitados, al afectar solo a los millonarios, a los más ricos, a uno de cada cien herederos, pero sus efectos se notarán de manera importante en la recaudación. La Junta de Andalucía perderá, si se atiende a la referencia del año 2017 (la última disponible de manera oficial cuando el mínimo exento era de 250.000 euros) y se toman los datos referidos a herederos directos, unos 100 millones de euros cada año, el equivalente, por ejemplo, al sueldo de 2.000 profesores o enfermeros cada año.

En Andalucía, hoy, después de que el año pasado lo pactaran PSOE y Ciudadanos, solo los herederos directos que reciban más de un millón de euros están obligados a pagar el impuesto.

 

La reforma de este sábado viene a rematar la deriva que inició el Gobierno de Susana Díaz, que en dos sucesivas reformas, y para lograr el apoyo de Ciudadanos a sus presupuestos, elevó el mínimo exento del impuesto primero hasta los 250.000 euros y después hasta el millón. Ahora, el PP cumple con una de sus promesas electorales: la bonificación al 99%.

Así, esta reforma es en realidad un asunto ideológico (porque se supone que quien hereda más de un millón de euros no tiene problema en pagarlo) que viene a aumentar la regresividad en el sistema. Al eliminar obligaciones fiscales de quienes más han ahorrado, quienes más tienen, millonarios, en este caso, se incidirá, por tanto, en una mayor presión fiscal sobre la clase trabajadora y los autónomos, que vía IVA e IRPF, consumo y salario, sobre todo, son quienes sostienen fundamentalmente los servicios públicos -sanidad, educación, dependencia…- que existen en Andalucía.

Regresar al inicio