El vicepresidente de la Diputación de Málaga asegura que la diputada Marina Bravo “no ha hecho nada irregular” y no niega las contrataciones.

Para el PP  no es motivo de dimisión adjudicar 190.000 euros a dedo a un cuñado

El vicepresidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado (PP), para intentar defender a la diputada Marina Bravo, ha utilizado argumentos como: No hay ninguna irregularidad. Nadie ha conculcado la ley de incompatibilidades. Se ha hecho todo dentro de la ley de contratos. La diputada ha adjudicado una veintena de contratos por valor de casi 200.000 euros a una empresa de su cuñado en la que además aparece como trabajador su propio marido. El Grupo Socialista de la Diputación, ha denunciado el caso y ha pedido la dimisión de Bravo.

 

Salado ha replicado: "Esa dimisión no se va a producir, la diputada tiene el apoyo del equipo de gobierno puesto que no ha hecho nada irregular".

 

El portavoz socialista en la Diputación de Málaga, Francisco Conejo, también ha denunciado que esa misma empresa “ha facturado 23 contratos entre 2015 y 2016 por importe de 112.248,13 euros a la empresa de Turismo dependiente de la Diputación, donde curiosamente Marina Bravo es consejera en el consejo de administración".

 

Según la documentación oficial manejada por la oposición socialista, la empresa ‘Tu imagen integral adaptada SL’ (TuImagina) facturó a la Delegación de Medio Ambiente de la Diputación de Málaga desde el 2 de junio de 2014 hasta el 27 de octubre de 2017 un total de 189.046,99 euros a través de 20 contratos menores adjudicados directamente por la propia diputada.

 

Juan de la Cruz Ordoñez aparece como administrador único de la sociedad y además como trabajador a su hermano Bernardo Ordóñez, pareja de Marina Bravo, que controla el área de Medio Ambiente desde septiembre de año 2013. La diputada comenzó la relación con Ordóñez en enero de 2014 y el primer contrato se adjudicó solo unos meses después, el 2 de junio de 2014.

 

El portavoz socialista ponía en valor el compromiso expresado por la diputada de dejar de contratar con la empresa de su cuñado, pero según el “la cuestión es que nunca debió contratar con ella". Para Conejo es “un caso claro de incompatibilidad, ya que la ley prohíbe a la diputada Marina Bravo adjudicar contratos a la empresa de su cuñado, que es pariente de segundo grado y ostenta el cargo de administrador de su empresa".

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