Manuel Moix no tiene intención de dimitir ni ve motivo alguno para ser cesado. Un fiscal jefe de Anticorrupción así es lo que cualquier corrupto sueña con encontrarse en un juicio.

Para el fiscal jefe de Anticorrupción no es delito tener sociedades en paraísos fiscales.

El fiscal jefe de Anticorrupción ha defendido que tener el 25% de una sociedad ubicada en un paraíso fiscal como es Panamá no es algo incompatible con su cargo- Además asegura que no tiene ninguna intención de dimitir y que no entendería su cese.

 

Muchas preguntas y muy pocas respuestas, y esas pocas respuestas solo están sirviendo para sembrar más dudas sobre la ya más que dudosa honestidad de quién hace solo unas pocas semanas fue nombrado fiscal jefe de Anticorrupción, el departamento de la Fiscalía encargado de investigar y perseguir los delitos de corrupción, blanqueo y evasión de capitales de los cargos públicos. Con un historial plagado de innegables ayudas a encausados del Partido Popular (fue el fiscal que no vió delito en la huida de Esperanza Aguirre de unos agentes de movilidad a los que llegó a arrollar con su vehículo) y a pesar que se avisó antes al Fiscal General del Estado, José Manuel Maza de que su nombre salía a relucir en conversaciones grabadas a Ignacio González en las que no salía bien parada su imparcialidad y honestidad al ser el favorito de González como jefe de Anticorrupción. A pesar de todo, Maza lo nombró y se estrenó en el cargo provocando una revuelta de todos los fiscales de Anticorrupción por la oposición frontal de Moix a registrar el domicilio de Gonzaléz.

 

Ahora se ha sabido que es socio a partes iguales con sus tres hermanos de una sociedad en Panamá que heredó de sus padres a la muerte de estos. Algo totalmente incompatible con su cargo y que se ocupó de ocultar ante la oficina de incompatibilidades de la fiscalía y que debería provocar su cese inmediato.

 

Además, Moix cuando ha sido preguntado por los motivos de su padre para abrir una sociedad en un paraíso fiscal, sólo contesta “eso me pregunto yo, habría que preguntarle a mi padre”, según el nunca lo supo ni le preguntó. Moix también declaró que ni el ni sus hermanos conocían la existencia de esta sociedad, otra mentira pues su hermana era representante de la misma. Dice que se enteró cuando falleció su padre al ir a pagar el impuesto de sucesiones, vieron que el chalet de 500 metros cuadrados con piscina cubierta y 5.000 metros cuadrados de parcela que tenían sus padres en Collado Villalva provincia de Madrid, era propiedad de una sociedad. Según el, pagaron todos los impuestos correspondientes y lo legalizaron todo, algo que se contradice con el coste que dice tiene un coste de unos 90.000 euros por lo que no pueden hacer frente a su cierre, mientras que técnicos de Hacienda declaran que el coste es de unos 400 euros nada más. ¿Será quizá que el cierre de esa sociedad y su declaración en España van a poner sobre la mesa patrimonio oculto a fisco?, parece lo más probable.

 

Manuel Moix se escuda en que el solo ha heredado un bien que está a su nombre en una sociedad en Panamá y ante la pregunta totalmente lógica de ¿porqué una sociedad en Panamá? Siendo este un método común en los evasores de impuestos para eludir sus obligaciones fiscales, solo se le ocurre contestar “esa pregunta no me la tiene que hacer a mi”.

 

Que el fiscal jefe de Anticorrupción tenga una sociedad en un paraíso fiscal, es algo que pone en un aprieto al resto de fiscales a la hora de interrogar a los acusados con sociedades ocultas en paraísos fiscales pues pueden contestar en los interrogatorios que su jefe tambien tiene una.

 

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