Los enemigos de Cristina Cifuentes siguen tirando de la manta para vengarse de ella, el último vídeo aparecido es el de un presunto robo de 2 cremas por parte de Cristina Cifuentes en un hipermercado de Madrid, dos cremas antiarrugas valoradas en poco más de 40 euros.

 

¿Seguirá la partida o es el final político de Cristina Cifuentes? ¿Tirará ella de la manta? 

Cifuentes había crecido a la sombra de ese PP, había conocido sus entrañas durante décadas... pero se había alejado en los últimos años de la todopoderosa Aguirre. Pero a la vez fue de manera paralela tejiendo una red de contactos a nivel nacional. Por un lado, consiguió la conexión gubernamental con Soraya Sáenz de Santamaría a través de su puesto en la Delegación del Gobierno -que dependía directamente de la vicepresidenta- y de la dirección nacional a través de la secretaria general, María Dolores de Cospedal.

 

Esperó el tiempo suficiente, y llegado el momento, el dedo de Génova la nombró candidata a la Comunidad de Madrid en 2015. Era la aspirante perfecta, alejada supuestamente de los imputados, limpia de manchas y con aire de modernidad totalmente diferente al 'rancialismo de Aguirre.

Republicana, motera, con cinco tatuajes y vecina del barrio de Malasaña. Cifuentes llegaba dispuesta también a taponar el ascenso de Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, es amigo personal. Eran unos días de muchos nervios en el PP, y logró ganar las autonómicas y sumar con Cs la mayoría absoluta frente al PSOE y Podemos. Había nacido una estrella.

Desde ese mismo momento, la presidenta autonómica entró con fuerza en todas las quinielas para la sucesión de Rajoy, junto a Alberto Núñez Feijóo y Soraya Sáenz de Santamaría. Una política con un discurso potente y liberal, sin complejos. Un personaje en ascenso moldeado y también asesorado por Marisa González, una de las mayores expertas en comunicación política de España. Con amigos dentro del partido, y también enemigos (Ignacio González, Esperanza Aguirre, entre otros) 

Pero Madrid no solo es brillo y alfombra roja, también es un pozo político. Y Cifuentes ha pasado de ser el mirlo blanco a acumular errores y escándalos en apenas unos meses.

Esperanza Aguirre a Cristina Cifuentes: Jaque Mate
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